miércoles, 23 de enero de 2013

EL CARRO DE LA LEJÍA, 23 enero 2013 La España tahurina (de “tahúr”, “tahúres”) Me he resistido a escribir este desahogo hasta escuchar al ministro Monthoro hablar de la amnistía fiscal, suponiendo de antemano que su discurso iría en el tono en que el PP se ha manifestado desde que estalló el escándalo Bárcenas, al que se le descubren nuevos caudales en las Islas Bermudas. Y no me he equivocado en esta nueva celebración tahurina del partido. De su discurso me ha quedado claro: 1. Que mintió al afirmar la recaudación de un 10 % del dinero sometido a regularización: de los 40.000 millones de € se han recaudado 1.200. Soy perito mercantil y no me salen las cuentas; sí si se aplica un 3%. ¿Querrán estos aseados muchachos cambiar las matemáticas además del significado de las palabras? 2. Que la oposición y todos los partidos son ruines e impertinentes, por el mero hecho de preguntar. 3: Que la lista de los regularizados es transparente, pero nadie la conoce, ni los inspectores de Hacienda. 4: Que el señor Bárcenas no existe a estos efectos, y esa era la pregunta clave de la sesión. O sea que todo es transparencia detrás de un muro impenetrable, y tan verdad como que el PP es un partido honrado; una mentira, por mucho que se desee y repita, nunca llegará a ser verdad. Desde el caso Naseiro, pasando por el Gürtel, o el Madrid Arena,…todo es transparencia y honestidad…después de que pase por allí un enorme convoy de carros de lejía, y aún así… Ya sabemos que quien grita, como el Sr. Monthoro hoy, es que no tiene razón. Dicen que la mejor defensa es un buen ataque, pero lo de hoy no era sino un lanzamiento de escupitajos contra quienes estás preocupados por la democracia; la cara del ministro era toda un gargajo de bilis. Llevamos toda la semana con miembros notables de la directiva del PP sacudiéndose el caso Bárcenas con una frase, paradigma del escurrimiento, “No me consta”. Permíteme un paralelismo taurino: los cornudos son los últimos a los que les consta la cornamenta, y cuando se enteran lo niegan. Decir “no me consta” no es afirmar la no existencia. El Sr. Monthoro ha respondido hoy a la pregunta de si había recibido sobres en negro con insultos; no ha dicho no, y en mi tierra se dice que “el que calla otorga”; a mí tampoco “no me consta” que no los haya recibido. El PP, en un acto de teatralidad exculpatorio, ha anunciado a diestro y siniestro que iba a realizar auditorías internas y externas para aclarar las acusaciones sociales. Pero a todos sí nos consta que la auditoría interna es ridícula e ineficaz y lo de la externa es de dudoso cumplimiento; el dinero en negro no existe: ¿cómo contabilizarlo? Además ya en 2009 anunció el PP, con el caso Gürtel, por boca de Ana Mato -esa ministra con cara de no haber roto un plato, de sanidad tan privada-, que iba a realizar una auditoría externa, de la que, hasta la fecha, no se ha sabido nada. Sobre la eficacia de una (c)omisión de investigación ya demostró lo suyo la del Madrid Arena. Y mientras, con la vergüenza incluso de miembros honrados del PP, se siguen teniendo datos de la riqueza del extesorero del PP, Sr. Bárcenas. ¿De dónde ha sacado tanto dinero? ¿Repartiendo publicidad en los portales después de su horario de trabajo? ¿Llevando contabilidades ajenas? Sigue aumentado la lista de miembros del PP que confiesan haber recibido esos sobres con dinero que provenía del cobro de comisiones de, fundamentalmente, empresas constructoras. Y el Sr. Presidente mudo como una estatua, propiamente un Don Tancredo, en esta celebración de la España thaurina en la que se lidian thoros de la ganadería del Sr. Presidente de la corrida, en la que los matadores tienen todos su mismo adn y visten ropas de su fábrica, beben vino de sus bodegas y comen de sus cochinos sin darse cuenta de que esta actitud les está llevando con urgencia a una situación de consanguinidad peligrosa. En este panorama los únicos que corren son ellos; nosotros nos corremos de vergüenza ajena. PABLO DEL BARCO

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