miércoles, 18 de junio de 2014
lunes, 16 de junio de 2014
EL CARRO DE LA LEJÍA, 16 de junio de 2014
La que nos espera con los reyes, del fútbol y de la corona.
¡Qué mareo de país! ¡Qué insistencia en los temas!: la
Monarquía, sus embelesos y futuro, el campeonato mundial de fútbol, y algo del
Rocío y la Iglesia para santificar la situación. Lo de la Monarquía va mal, tan
mal que los políticos de la derecha están perdiendo el trasero para que todo,
el recambio, se haga en el menor tiempo posible aunque de manera chapucera, no
vaya a ser que el pueblo descontento con la imposición del nuevo monarca (el
pueblo que piensa si la situación es de justicia) se levante en protestas y les
chafe la fiesta. O que al rey viejo le exijan cuentas por algunas de sus
acciones pasadas. También los políticos de la izquierda parecen perder el
trasero y la vergüenza. ¿Cómo se entiende, por ejemplo, que un partido socialista, de naturaleza
republicana, al mismo tiempo que certifica su esencia política insista en sus
fervores monárquicos? Y al pueblo liso y llano ¿quién le pregunta? Porque es de
una solmene ingenuidad a estas alturas pensar que el pueblo liso y llano está
representado por los políticos que fueron elegidos tiempo ha, embutidos muchos
de ellos en imputaciones, mentiras descaradas y proyectos en los que cada vez
más el pueblo liso y llano se ve pisoteado, sacudido y abrumado.
Todo es una excelente excusa para que Montoro –Don “donde
dije digo digo Diego”– y sus adalides economistas se amparen y escaqueen para
no dar explicaciones comprensibles al pueblo liso y llano y, a lo tonto, nos la
claven mientras miramos la cara -a mí me parece que infeliz- del nuevo monarca
y su flaca esposa. Claro que todo esto ofrecido con música ilusionante –de
zarzuela mala- por ser España el país más monárquico del mundo: aquí tenemos
los reyes y las reinas a pares. En este clima de descomposición, en el que se
oyen las más despampanantes tonterías, propongo una moción en el parlamento
para que a los ministros del gabinete actual, con su presidente a la cabeza,
les nombren académicos de la lengua, de la suya tan particular, en una
ceremonia presidida por Montoro y la Cospedal, con el ministro de Interior como
acólito, sin tartamudeos y algunos excelsos políticos portando incensarios de
oro.
En este clima de realeza no olvidemos a los príncipes de “la
roja”, conjunto de muchachos mimados que han comenzado su trabajo de competición
mundial con un rotundo fracaso, que se suma al de la economía –sólo
resplandeciente en las palabras del gobierno– al del fracaso del monarca
saliente (un rey que abdica es un rey fracasado, sin duda), al descontento del
pueblo liso y llano, al hambre de este mismo pueblo, a la cada día mayor
riqueza de los bancos y las grandes empresas, a la cada vez más exigua
actividad cultural del país, a la huida de jóvenes investigadores científicos…;
me falta papel para enumerar todas las desgracias actuales de este país
solapadas por los anhelos y las tribulaciones del joven monarca. Frente a esto
solo se me ocurre una actitud: ejerce tu condición patriótica y abandona este
país, antes de que este país te abandone a ti del todo. O enamórate, que es
también una fórmula, tan compleja como hermosa,
de soslayar la realidad.
Cada día es más difícil leer la prensa; hay que
descifrarla. Hay que buscarse intérpretes, desconfiando siempre de muchos
tertulianos en la radio y la televisión que parecen hablar con la voz de su
amo, con afirmaciones tortuosas y cambiantes según desde donde las emitan.
Ahora están casi todos de acuerdo, con una babeante idolatría a la figura del
nuevo rey que se nos impone por arte de la herencia. ¿Por qué no acompañan una
breve historia de la dinastía borbónica desde sus orígenes, para conocer
quiénes han sido, de verdad, nuestros “cultos” monarcas?
Yo escribo estas líneas con el enorme desánimo de quien no
entiende nada ni a nadie. ¿Verdad que se nota, querido lector? Espero que no
tropiecen los nuevos monarcas el día de la coronación y que la selección
española gane algún partido; todo quedaría solucionado.
PABLO
DEL BARCO
viernes, 13 de junio de 2014
miércoles, 4 de junio de 2014
Mañana Jueves, a las 20 h. inauguro una pequeña exposición de obra plástica en la Cafetería Espolón, paseo del Espolón de Burgos. Te espero por allí.
Y te recuerdo la presentación de mis libros.
El próximo día 6 de junio, dentro de los actos de la Feria del Libro de Burgos presentaremos mis últimas obras
DESNUDAR LA MÁCULA (poesía) editado por Factoría del Barco y
LA VIDA NO ES VERDAD (cuentos) editado por Anantes Editorial.
a las 20 horas, en el salón Rojo, del Teatro Principal de Burgos.
La presentación estará a cargo de Juan Carlos Pérez Manrique, director de la Biblioteca Municipal, Burgos.
Os esperamos.
Y te recuerdo la presentación de mis libros.
El próximo día 6 de junio, dentro de los actos de la Feria del Libro de Burgos presentaremos mis últimas obras
DESNUDAR LA MÁCULA (poesía) editado por Factoría del Barco y
LA VIDA NO ES VERDAD (cuentos) editado por Anantes Editorial.
a las 20 horas, en el salón Rojo, del Teatro Principal de Burgos.
La presentación estará a cargo de Juan Carlos Pérez Manrique, director de la Biblioteca Municipal, Burgos.
Os esperamos.
lunes, 2 de junio de 2014
EL CARRO DE LA LEJÍA, 2 de junio 2014
Hoy he sentido vergüenza de nuestros políticos, la mayoría,
haciendo elogios desmedidos de la monarquía y justificando la entronización de
un nuevo monarca, impuesto a espaldas del interés del pueblo español, al que
dicen representar y defender. Quieren darse prisa y tener el “asuntillo”
arreglado en unos pocos días, porque les va en ello la subsistencia social y
económica. Mi abuelo, republicano, decía “dios los cría y ellos se juntan”; y
también “son todos lobos de la misma camada”. Los partidos mayoritarios se
están desangrando en votos en la medida que antes engordaron por la corrupción
organizada e impune; en el mismo camino en que parte de la realeza española
aumentaba su riqueza de manera desproporcionada, injustificada y aparentemente
deshonesta. Siempre me he preguntado la fórmula por la que el rey Juan Carlos,
al que amigos míos de su promoción tenían que invitarle a cerveza porque no
tenía un duro dada su real pobreza, ha amasado una fortuna, que se sepa, de más de mil ochocientos millones de euros.
A mí me parece que su yerno Urdangarín nunca hubiera llegado tampoco a su alto
nivel económico sin la sombra del rey, amigo y quien sabe si algo más –cuentan
las crónicas- de los más potentes jeques árabes del petróleo.
Escuchar hoy a Rubalcaba elogiar el papel de la monarquía, apoyada desde
el inicio por el PSOE, me dado más que lástima repugnancia. Y a algunos
representantes socialista; uno de ellos, desilusionado, me recordaba hoy: En la Resolución Política de la
Conferencia Política del PSOE de Noviembre de 2013, en la página 617, se dice
textualmente: “La tradición cultural y política del PSOE es republicana. (….)
No obstante y precisamente por ello, los socialistas recordamos que esta
institución (a la monarquía se refiere), necesita que la adhesión social y la
aceptación democrática de la ciudadanía la legitime…”
Claro que yo ni quito ni pongo rey, pero si me gustaría
poder tomar la decisión colectiva de aceptarlo o no. En la situación actual, de
un pueblo mayoritariamente en paro, con una juventud preparada en huida
permanente, con unos bancos que no se hartan de ganar dinero además de las
dádivas que recibieron del Gobierno, con unos políticos, que tendrían que dar
ejemplo de honestidad y muestran enorme desparpajo en lo contrario, una clase
trabajadora y media cargada de impuestos que tributan más que las grandes
empresas y las grandes fortunas (que sí tributan pero en el fraude más
descarado y sin castigo), una iglesia que se pavonea en un estado laico, que
toma sin respeto ciudades como es el
caso de Sevilla a los pies de la Macarena sangrando las arcas municipales con
la ostentación del fetichismo más arcaico, o se apropia de edificios del pueblo
como es el caso der la mezquita de Córdoba…, lo mínimo que tendrían que hacer
los políticos es escuchar a ese pueblo que dicen representar.
Hoy el país se ha levantado indignado ante la imposición
de un nuevo monarca: ciento ochenta concentraciones en España y cerca de una
veintena en el exterior tendrían que hacerles pensar. Yo he estado en una y no
podrán argumentar que es cosa de exaltados, incontrolados o antisistema.
Mentirían, que es lo que hacen continuamente. Es el pueblo el que clama,
cansado de una clase favorecida que legisla y dirige para sí misma, con la
bendición de la iglesia, el paternalismo de la monarquía y la avaricia de los
bancos, doblando el espinazo ante consignas del exterior que aceptan
servilmente y cuyos gastos hacen pagar a los más humildes.
“Fuenteovejuna, todos a una” es la
consigna. No te quedes en casa, hay poco tiempo porque, además, ya empieza la
morfina del fútbol a entontecer furiosamente los pensamientos. ¿Será mucha desconfianza pensar que el rey ha abdicado justamente en
este momento en que buena parte del pueblo español tiene la cabeza rodando tras
otra pelota insensible y políticamente interesada?
PABLO
DEL BARCO
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