domingo, 30 de octubre de 2016


despertar

irrumpe la mañana en el sueño,
acelera el baile sin bridas
con horizontes abiertos,
callan las alarmas, aún,
plancha la policía el uniforme,
algunas parejas retornan
al suplicio de la monotonía,
las esquinas respiran
sin las meadas de los perros,
todavía no hay atmósfera
ni vendedores ambulantes,
da el sol un paso al frente
para hacer débiles sombras,
algunas persianas interpretan
los primeros conciertos del día,
desayunan los mendigos
las limosnas que obtendrán,
se repliegan los sueños
con el miedo a ser pisados
por rudos somnolientos,
suena una campana,
los ángeles se acuestan,
se pellizca la vida,
empieza, una vez más,
la muerte de otro día.


(borrador; 30.10.16)

No hay comentarios:

Publicar un comentario